Nacho y Paloma se conocen de toda la vida; él se fue a vivir a Estados Unidos y hace casi tres años se encontraron en un restaurante en una visita que hizo a Madrid. Dio la casualidad que 6 meses después se volvía a vivir a Madrid, y al llegar le escribió… ¡y desde entonces!
Nacho le pidió matrimonio hace justo un año, cuando parecía que ya la pandemia era algo serio pero aún no se conocía la magnitud. Querían casarse rápido y Paloma siempre había soñado con una boda en Marbella donde veranea su familia. Las fechas encajaban perfectas para el puente del 12 de Octubre, así que lo organizaron todo para casarse en el hotel Don Carlos el Sábado 10 de Octubre. En el confinamiento cerraron todo, la parroquia de San Pedro de Alcántara, DJ, violinista… ¡una gran fiesta de noche!
Sin embargo en Junio se enteraron que el Don Carlos no iba a abrir más y que iban a iniciar un ERE, por lo que viajaron a Marbella en cuanto se pudo en busca de fincas. Finalmente lo cerraron en Finca la Concepción, una finca preciosa que siempre había estado entre sus opciones. A mediados de agosto la cosa volvía a ponerse fea; empezaban las restricciones en horario nocturno y muchas restricciones de movilidad por lo que, después de meditarlo, decidieron hacer una boda de día en Madrid, reduciendo de 400 a 60 personas. Los padres de Paloma tienen una casa preciosa en Miraflores de la Sierra, con un jardín muy grande y espectacular, por lo que buscaron parroquia corriendo en Septiembre y se pusieron manos a la obra para mover todo allí.
Contaron desde el principio con La colombine como wedding planners; si no hubiera sido por ellas habría sido imposible. Super ilusionados con su boda express e intima en el jardin, el viernes 2 de octubre, una semana antes de la boda, decidieron confinar Madrid capital, lo que implicaba que nadie se podía desplazar a Miraflores aunque fuera Comunidad de Madrid. No podían celebrar la boda en Miraflores.
Estuvieron a punto de tirar la toalla, la situación sobrepasó a Paloma y sentía que estaba luchando contra los elementos de una forma que el universo le decía, déjalo, posponlo y hazlo cuando esté todo mejor. ¡No le quedaban fuerzas! En ese momento Nacho fue el que cogió el toro por los cuernos y le dijo: llamo a mi madre para que nos ayude a buscar Iglesia, hablo con La Colombine para ponernos el lunes manos a la obra, y nosotros nos ocupamos de todo. Entonces se le encendió una bombilla, se puso en contacto con Las Calatravas, en Gran Vía y en 30 minutos, lo tenían reservado; el sábado a las 13,00h, el mismo día 10 de octubre, ¡no se lo podía creer! Paloma volvió a coger impulso, y entre el lunes y el viernes cerraron todo: lo más importante y complicado, sitio para comer. No fue fácil encontrar en Madrid capital un sitio al aire libre disponible. Encontraron el espacio de The Chapel, del restaurante Sinsombrero, en plena Castellana de Madrid. Un patio espectacular al aire libre y perfecto para 60 personas. Reorganizaron las flores con Aquilea para la nueva Iglesia y el nuevo espacio, nueva iluminación, nuevo sitio para las fotos, meseros, papelería… todo! La familia cercana se hicieron PCRs y a la mayoría de los invitados les mandaron por correo tests rápidos esa semana.
Sólo puedo decir, que el 10 de octubre hizo un día espectacular con solazo y buen tiempo, no sé cómo llegué viva a ese día pero al final, lo disfrutamos como nunca nos habíamos imaginado. A medida que iba sucediendo todo, le vas quitando importancia a cosas, y priorizas lo importante.
Creo que en general, te creas muchas expectativas sobre cómo será el día de tu boda…. será un fiestón, bailaremos hasta el amanecer, los meseros y todo serán perfectos, la comida saldrá caliente y en su punto, el violinista animará las copas y el dj sólo pondrá temazos….. y, de repente, llegan las bodas covid en las que no generas expectativas pensando que vas a hacer la mejor boda del siglo, en las que simplemente quieres casarte, quieres que esté la gente que más quieres y, con suerte, poder invitarles a todos a comer en algún sitio para hacerles partícipes. Y ya, de repente es todo lo que importa.
Entonces se hace la magia, porque las cosas salen, la gente da el máximo y te demuestra su alegría, lo disfrutas…. y te has casado y encima te lo has pasado que te mueres de bien!!
La cadenita del cuello de libélula era de mi abuela y la llevo desde hace unos 15 años, ni siquiera había pensado si la iba a llevar o no; pero con los nervios del gran día se me olvidó, y cuando me di cuenta en el coche que la llevaba decidí dejarla, pues es como parte de mí y era un recuerdo de mis abuelos que fallecieron hace años.
En cuanto al vestido, ¡MENCIÓN MÁS QUE ESPECIAL!
Siempre quise que fuera Marcela, quería que fuera algo atemporal, sobrio y elegante pero con un toque ‘canalla’ que lo hiciera especial, un toque sexy. Hicimos una videollamada en el confinamiento y lo tuvimos claro. El vestido era un dos piezas en satén color hueso. Para la Iglesia llevaba una sobrecola, con jaretas a los lados que daban la sensación de marcar visualmente la cintura y caderas, y se abrochaba con corchetes delante. El vestido era en escote pico y con hombreras, una espalda preciosa descubierta, y con unos botones de anticuario de nácar impresionantes en las mangas, en el cuello y bajo la espalda. Eran tan antiguos que ninguno era igual, los elegimos uno a uno de manera que la composición quedara bonita. Además tenía dos rajas, una detrás lateral, justo debajo de los botones bastante abierta, y una muy sutil delante en el centro para dar movimiento al andar. Y la caída del vestido era UN SUEÑO!
Vestido: Marcela Mansergas; Zapatos: Aquazzura; Pendientes: Joyas Sardinero, del siglo xix regalo de mis mejores amigas; Anillos de pedida: Suárez; Tocado: Mimoki novias; Maquillaje y peluquería: Oui Novias; Pajes: Marta Ussía; Iglesia: Las Calatravas; Celebración: The Chapel by Sinsombrero; Coro Iglesia: Trío soprano, violín y piano de La repera Music; Flores, decoración y Ramo: Aquilea Flores; Wedding planners: La Colombine; DJ: Ricardo Pavón; Fotos: Instantánea y Toma Primera; Vídeo: Mr Magú
Desde En zapatos planos, sólo dar las gracias a esta maravillosa pareja por compartir su gran día con todos nosotros.
Besos y abrazos ¡y nos vemos en el siguiente post!
