¡Buenos días! Hoy compartimos con todos vosotros un trocito de la maravillosa boda de Sandra y Kiko en Segovia. ¡No os lo podéis perder! El vestido de Sandra es una auténtica preciosidad. Y, además, porque nos encantan las bodas de invierno.
¡Espero que os guste tanto como a mí!
Kiko y Sandra son amigos desde hace 12 años; solo se conocían de los veranos que Kiko pasaba en Segovia pero desde que él se trasladó a vivir allí se hicieron inseparables. Pasaban horas hablando, contándose sus historias…hasta que hace 6 años un día surgió algo más… les costó dar el paso ya que no querían estropear esa gran amistad, pero apostaron por ello y acertaron!
En noviembre de 2015, Sandra le regaló a Kiko un viaje a Nueva York por su 30 cumpleaños. Recién llegados a Manhattan, fueron a dar un paseo, antes de que se encontraran con sus mejores amigos, Juan y Seila, que habían llegado un día antes, y con un decorado precioso de navidad, tras leer una carta preciosa, Kiko pidió a una pareja que les hiciera una foto junto a la pista de patinaje. En realidad fue un video, se arrodilló y…le pidió matrimonio en Bryant Park. ¡No puede ser más bonito y especial!
El vestido de Sandra fue diseñado por una de sus mejores amigas de toda la vida, Ana Abella. Ella es diseñadora en Gocco, ¡pero debería ser diseñadora de novias! Su primera idea no fue esa, le gustaban los vestidos camiseros pero lo del chaleco con capucha Ana lo tuvo claro desde el primer momento y a Sandra le pareció una idea perfecta, distinta y muy de su estilo. Ana y Sandra son amigas desde los 4 años y ella la conoce a la perfección.
Decidió confeccionarlo en Segovia, ya que era más sencillo hacerse las pruebas que ir a Madrid, y para ello confió en Raquel de Passarela, un taller y tienda de confección a medida de Segovia. Fueron a conocerla y le explicaron lo que querian hacer, ella se emocionó con la idea de algo especial y diferente y accedió hacerlo. Ana y ella se entendieron desde el principio y Sandra quedó encantada!
Después de probarse varios vestidos de distintos estilos cambió radicalmente de idea, entendió lo que le favorecía y lo que no; y pasó a ser el tres piezas de falda brocada ajustada en la cintura, el cuerpo con detalles en los hombros y botones grandes en las mangas y en la espalda abierta y el chaleco con cola y capucha.
Las telas eran de José María Ruiz (Madrid). El brocado era un dibujo de hojas en seda y el resto del vestido era un crep con mucho cuerpo. Los apliques de los hombros también eran de José María Ruiz.
El chaleco era del mismo crep que el cuerpo, llevaba marcados los hombros y alrededor de la capucha y la zona de cierre llevaba también la tela brocada de la falda. Lo mejor era que la gran cola la llevaba el chaleco y luego la falda solo llevaba una pequeña cola de arrastre.
Como sorpresa, Ana le regaló unas perchas personalizadas de Demihermana, una con su nombre y una libélula, símbolo muy especial para ella ya que lo lleva tatuado al igual que su madre, y otra percha con el nombre de Ana y su logo.
Los zapatos eran de Brownie. Sandra quería unas sandalias de terciopelo granates y que fueran lo más cómoda posibles. Las encontró por casualidad y fueron todo un acierto.
Llevaba unos pendientes de oro y espinelas negras de Aristocrazy que compró en Barcelona durante su despedida de soltera. La noche anterior a la boda Ana y Seila, sus mejores amigas, le regalaron la pulsera a juego que también llevó. También llevaba un colgante de oro, regalo de la madre de Seila. Y por último también llevaba su anillo de pedida de Suarez, un solitario clásico.
El ramo de novia, regalo de sus 3 compañeras de piso de Madrid, era de “La Floristería de Esther”, que también se encargó de la decoración de la iglesia. Estaba compuesto por dos plantas crasa, 2 tipos de bayas, flores de granada, acebo, eucalipto, hympericum flores de algodón y paniculata.
De la peluquería y maquillaje se encargó una amiga de su madre que es profesora de peluquería en Segovia.
En el pelo llevaba tres horquillas de libélulas de Alial Millinery. El peinado era muy sencillo, una coleta baja con una trenza lateral que salía desde la parte superior de la oreja derecha y terminaba al final de la coleta. Entre la trenza pusieron las libélulas.
Sandra nos cuenta que pasar los momentos previos a la ceremonia junto a las personas más importantes, su madre, la madre de Kiko, su cuñada Martita y sus mejores amigas Ana y Seila., fue algo maravilloso y especial. Pasaron un rato increíble.
El chaqué de Kiko era de Tom Black. La corbata de Lester en un tono rosa con pequeñas ballenas azules. Los zapatos eran clásicos de chaqué, negros con cordones de Pedro del Hierro.
Llevaba el reloj de la marca Hamilton que Sandra le regaló por su quinto aniversario y por la pedida y unos gemelos de Hackett, regalo que le hicieron sus testigos en la preboda.
Se casaron el 3 de diciembre de 2016. El padrino fue el abuelo de Sandra, algo precioso. La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de Sotos de Sepúlveda, Nuestra Señora del Rosario. Los sacerdotes que oficiaron el enlace eran tíos directos de Kiko. Fue uno de los motivos por lo que decidieron celebrar el enlace en Diciembre, ya que, para ellos, los meses de verano son un poco más complicados porque tienen mucho trabajo. Como regalo de bodas, les cantaron entre los dos el Aleluya de Cohen con letra en español que hablaba de ellos ¡Fue un momento increíble!
La ceremonia estuvo amenizada por un trío de piano, violín y tenor. Terminaron con una de las canciones favoritas de Sandra, Nessun Dorma. Las alianzas fueron un regalo de los abuelos paternos de Kiko, sencillas muy finitas, ya que ninguno de los dos suelen llevar joyas, de la marca DUOO.
De la decoración floral se encargó el equipo de La Floristería de Esther. Árboles altos a la puerta de la iglesia y pequeños cubos con eucalipto y paniculata; dos bodegones en los altares laterales con flores de algodón, verdes, y toques de granada; y una guirnalda en el altar de eucalipto con granadas preciosa.
Las damitas llevaban vestidos de Teresa y Leticia, en color crudo con los puños y el cuello terminados en una tela de algodón blanco con plumeti. Llevaban un lazo con ramas estampadas a juego con la capa. Las bailarinas eran de Pisamonas. Las capas de terciopelo verde las hizo una tía de Sandra que confecciona trajes regionales. Llevaban pequeños capazos con paniculata. Los dos niños iban vestidos de Gocco con fajines a juego con las capas de terciopelo que también confeccionó su tía.
El banquete se celebró en El palacio de Esquileo, también en Sotos de Sepúlveda. La iglesia, estaba junto al Palacio y los invitados podían ir andando. Los novios llegaron en un precioso Rolls Royce «coupe de ville» de 1933 verde, regalo de Afe una muy buena amiga de la pareja, cuyo padre, Roberto Tapia, se dedica al alquiler de coches clásicos.
Toda recepción corrió a cargo de El Palacio de Esquileo menos el jamón y el lomo ibérico y el cortador del cocktel, que lo llevaron los novios.
El primer plato era una crema de marisco con colitas de carabinero. El segundo Lomo de Bacalao sobre salsa de tomate y manzana reineta. La carne fue Asado Cordelo Lechal en horno de leña con ensalada y de postre Milhojas de nata y crema con mermelada de frutos rojos.
Había, también, Corners con regalos, mantas y velas para los invitados.
El Candy Bar fue obra de una compañera de trabajo, Pilar, y quedó impresionante.
Abrieron el baile con la canción STOP THE CLOCKS de L.A., interpretada por el grupo de música en directo que contrataron para las primeras horas de barra libre. La banda era Earnest.
Toda la papelería fue diseñada por Sandra. Su tío tiene una imprenta, Imprenta Rosa, se las imprimió y regaló. Del montaje del forro se encargaron ellos mismos y el mapa se lo hizo otro tío de Kiko, José Luis que es arquitecto. Incluso las minutas y el mesero, de lo que se encargó Patricia de Diego (El Esquileo) llevaban las piñas que diseñó y la misma tipografía.
Los lazos de las minutas los pusimos nosotros mismos.
De las fotografías y el video se encargaron Muy muy felices. Compañera de Almudena en la universidad no dudaron en contar con ellas para un día tan especial.
Vestido de novia: Ana Abella (diseño), Raquel de Passarela (confección), José María Ruiz (telas), Perchas personalizadas: Demihermana, Zapatos de novia: Brownie, Ramo: La Floristería de Esther, Complementos: Alial Millineary, Chaqué: Tom Black, Corbata: Lester, Zapatos: Pedro del Hierro, Reloj: Hamilton, Gemelos: Hackett, Alianzas: DUOO, Ceremonia: iglesia de Sotos de Sepúlveda, Nuestra Señora del Rosario, Decoración floral: La Floristería de Esther, Damitas: Teresa y Leticia, Pajes: Gocco, Celebración: El palacio de Esquileo, Reportaje fotográfico y video: Muy muy felices.
Espero que os haya gustado esta historia de un día maravilloso de invierno, lleno de detalles y mucho amor
Desde En zapatos planos os deseamos un “felices para siempre”.
Gracias por todo a Sandra y Kiko, ha sido un placer y un honor compartir vuestra historia.
Nos vemos en el siguiente post ¿Qué os ha parecido?